De paso



Ahora que las tardes se han vuelto preludio, confidencia de la verdad que encarno, rosario de silencios elocuentes que delatan mi tránsito, desvelo torpe del sino que irremediablemente me espera aunque lo voy entretejiendo yo.

Ahora que callan con la pasión dormida, la vanidad desengañada, el amor probado y la soledad preñada de encuentro... como si me confesaran un secreto me susurran los ocasos que no es el tiempo quien pasa sino yo.

No importa que quede mi nombre, mis obras, el remanso de mi recuerdo para alguien, siquiera el murmullo de mi ausencia... yo pasaré.

Pasaré como las tardes que no pudieron cansar toda mi vitalidad, mi insolencia, mi ímpetu... Como aquellas que serenaron mi presencia acariciando el tiempo que pensaba mío, como este silencio que un día marchitará entre palabras, como éstas, sublimando lo único que me pertenece: la vida que he vivido.

Pasaré como un susurro de brisa en desnuda intimidad con el amor desdibujado cada tarde.