Bastaría



Como dijo el poeta:
"bastaría que me llamases por mi nombre"
sin reproches, sin recelos, sin pudor...
sin ese miedo a descubrir las intenciones.

La presencia sin velos
y en el gesto cercano nada que no seas tú,
simplemente tú.

Bastaría una mirada
que no tema ser espejo
y alma encarnada,
sin las alas de la prisa,
sin la mascara del llanto
o la sonrisa preparada.
Con las manos abiertas,
sin aplausos ni ofrendas...
nada que no seas tú,
simplemente tú.

Como la brisa azul del mar
que acaricia sin violencia.
Como el musgo en la piedra
que parece uno con ella.
Como el amante en la calma
y en la batalla
ven a mí... voy a ti.
Como un sendero cotidiano
y siempre nuevo
ven a mí... voy a ti.

Nos bastaría un momento
de silencios elocuentes,
desnudos y tiernos.
Acercarnos muy despacio
y crear un solo espacio
para ser lo que sabemos.
La verdad encendida
entre ascuas de miedos
quemándose lo que no eres tú,
lo que no soy yo.

Nos bastaría una vida,
dos derrotas y un "te quiero";
dos cuerpos y el misterio,
sublime en lo cotidiano,
de amarnos sin esperar
uno en el otro demasiado
y fecundar el presente
dando vida a la vida...
dando la vida vivida.