"El problema"


Si te encuentras en la que era la romana “Pompaelo” o “Pompeiopolis” (ciudad de Pompeyo) ahora conocida como Pamplona, tierra del insigne misionero Javier que sigue siendo paso de peregrinos que se encaminan a Compostela (campo de estrellas) para alcanzar la indulgencia ante los restos de Jacob el hijo del Zebedeo y hermano de Juan el evangelista llamado Santiago el apóstol…

…sigue los pasos de los peregrinos camino a Estella y si abandonas la ardua y noble tarea de los penitentes a la altura de Abárzuza y te adentras en el bosquecillo, a dos kilómetros, paso más o paso menos, te encontrarás ante un lugar santo tallado en piedra, monasterios los llaman. Éste lleva por nombre Iranzu.

Si te acercas te dará acogida y bienvenida un silencio amable, elocuente y sereno que te ofrecerá, sin que tengas que pedirlo, la llave del tiempo: un bien escaso y muy valioso, desperdiciado por no ser útil y que allí recobra hondo sentido ante tu asombro. Doy fe de ello, pues así ha sido esta primera semana de octubre de 2010 antes de que me adentrara en su seno fecundo y, con la insolencia de quien cree que sabe, hablara con elocuencia de aquel de quien él calla…

…sentado ante mi ordenador resuena aún el eco del murmullo de la fuente que se encuentra en el claustro y es imposible no ver. El sonido de los hilillos de agua te hace caer en la cuenta de que, en el fondo, tienes sed. No puedes beber… y aunque lo hicieras probablemente saldrías de allí como si no lo hubieras hecho, más aun, con más sed de la que sentías.

De mis palabras no me ha quedado rastro alguno…

…lo extraño es que mientras estoy escribiendo este retazo de memoria para que no caiga en mi olvido, he caído en la cuenta de que estoy tarareando una canción de Silvio que me ha extraído de mi reflexión y me ha devuelto a esta era de ruido y prisas…

… “El problema”, pequeña obra de arte del cantautor, termina con estos versos:

El problema vital es el alma
El problema es de resurrección
El problema señor
será siempre
sembrar amor.

Esta vez mi inconsciente no me ha traicionado…