Conectar con nuestra inocencia



“Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión por vivir. Es entonces cuando comienza la búsqueda del sentido en una realidad diaria de luces y de sombras donde nos asaltan el amor, el miedo, la tristeza o la tentación. Cómo nos enfrentemos a estas etapas cruciales, desde la inocencia o desde la rigidez, determinará el tejido de nuestra existencia, de cada emoción, de cada gesto, de cada pensamiento.”
Elsa Punset

Urge recuperar los caminos que nos llevan a nosotros mismos. A ese interior habitado que llevamos dentro.
Necesitamos parar lo suficiente, solo lo suficiente, para escuchar el silencio elocuente que emana en nuestras entrañas y nos quiere susurrar el misterio de la vida… de nuestra propia vida. Somos un misterio para nosotros mismos, un hermoso misterio que merece la pena ser desvelado.
Es vital desconectar por un momento de tanta conexión. Adentrarse con valor en la propia soledad asumida para descubrir desde ella el verdadero encuentro con todo.
Debemos conectar con nuestra brújula vital para no perdernos y abrirnos paso entre las luces y sobras de cada día. Vivir desde nuestra capacidad innata para amar y transformarlo todo más allá de las circunstancias que creamos donde a diario vive o muere la inocencia que nunca hemos perdido.