Vivir con sentido


“Cuando un niño se asoma a la vida, todo le parece extraordinario y maravilloso. No deja de sorprenderse por cada nueva cosa que ve o cada nueva sensación que experimenta. Luego crece y pierde su capacidad de asombro. Se amolda a la realidad de las cosas y a la rutina de la vida, y deja de hacerse las preguntas que más íntimamente le atañen. Es posible que a lo largo de su vida acumule gran cantidad de conocimientos y sea siempre un ignorante, porque la verdadera sabiduría no consiste en saber muchas cosas, sino en saber vivir; en saber vivir con sentido.”
Miguel Ángel Munárriz, Consideraciones en torno al sentido de la vida.

Queridos hijos…