Un café, en un café cualquiera...



Título II
Si puedes deja Facebook por un momento y lee el tweet que te he enviado para tomar un café…
…gracias por haber venido.


Tócame con tu presencia y deja que te toque con la mía. Hagámoslo sin prisas, sin invasiones. Dime de ti con palabras y silencios y yo te diré de mí con voz des-velada y gestos elocuentes. Si surgen torpezas riámonos de nuestras torpezas. Si surgen heridas, como surcos en nuestra piel y nuestra alma, dejemos caer sobre ellas el agua fresca de nuestra comprensión sin juicios. 
Dime de ti todo lo que quieras decir o no te digas. Se libre para dar o no darte si lo deseas, que yo apreciaré como un regalo valioso esa disposición tuya hacia mí. Dejemos que las palabras caigan como hojas de otoño sobre nuestros pies enraizados y ávidos de horizonte. Alegrémonos sin más de nuestras vidas encontradas, y despidámonos con  las manos llenas de recuerdos y esperanzas.

Camarero, por favor: cóbrese los dos cafés, que el poso de cada taza ya nos ha despedido para el reencuentro.